viernes, 19 de julio de 2013

Respuestas para la correcta gestión del aire comprimido I

La utilización del aire comprimido en la industria, tiene numerosas ventajas frente a otras energías, como la hidráulica o la electricidad, que van desde su rápida respuesta hasta su carácter no contaminante, ya que el aire que se devuelve a la atmósfera no contiene ningún elemento contaminante.

Sin embargo y como cualquier fuerza motriz, tiene una serie de inconvenientes a los que se pueden dar respuestas para su corrección.

Humedad e impurezas.
La temperatura de salida del aire, en los compresores, es elevada. Esto produce que al pasar a las tuberías y enfriarse, provoca condensados de agua. Estos condensados pueden dañar los dispositivos de trabajo y el acabado final de los productos.
Para evitar estos condensados, hay que instalar un secador de aire después del compresor. Estos secadores pueden ser de varios tipos, dependiendo del punto de rocío que se quiera alcanzar.
Así mismo, al aspirar el aire atmosférico, también se aspiran impurezas que contiene el aire en suspensión, por lo que es necesario instalar baterías de filtraje antes y después del secador y/o en las bajantes de utilización.
Todos estos elementos, su disposición y la elección de los mismos, depende siempre del tipo de fabricado que realicemos. Cuantas más altas sean las prestaciones que necesitemos, más elementos tendremos que intercalar en nuestra línea de aire.





Actualmente, muchos compresores llevan de serie integrado o incorporado, el secador necesario para la eliminación de los condensados.



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