El uso del aire comprimido, al tratarse de un fluido a presión que puede producir lesiones físicas, tiene unos riesgos específicos que se amplían si no se realiza un manejo adecuado de equipos y redes, por lo que recomendamos:
1. Instalar equipos (compresores, depósitos de aire, etc) que cumplan la normativa CE y el Reglamento de Equipos a Presión (REP), exigiendo, cuando los adquirimos, las documentaciones que lo acrediten
2. Comunicar a la Administración correspondiente, la puesta en marcha de los Equipos y efectuar las inspecciones obligatorias según REP
3. Realizar los mantenimientos preventivos en los compresores, según las instrucciones del fabricante
4. Comprobar periódicamente que los elementos de seguridad (válvulas de seguridad)y de control y medida (manómetros, presostatos, etc) funcionan correctamente.
5. Dotar a las redes de conexiones seguras (acoplamientos rapidos), que eviten escapes indeseados de aire a presión.
6. Comprobar que todas las partes móviles de los equipos, tienen las debidas protecciones y que están en buen estado
7. Comprobar la existencia de fugas en tuberías y conexiones
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Válvulas de seguridad de depósitos de aire.
Deben estar taradas y precintadas y tener certificado CE