jueves, 19 de septiembre de 2013

Reducir los residuos: todo son beneficios

Dicen los expertos, que “el mejor residuo es el que no se produce”, pero tanto en nuestra vida personal, como en la profesional, nos encontramos con el reto permanente de disminuir los residuos que generamos y de reciclar responsablemente los que no podemos evitar.
Es una cuestión urgente, ya que la fabricación, transporte y comercialización de los productos de consumo (industriales y domésticos), provocan un alto porcentaje de emisiones que contribuyen al cambio climático




Los empresarios y los trabajadores, a este fin, debemos realizar un ejercicio de concienciación común, ya que la protección y conservación del medio ambiente nos concierne a todos, pues es nuestra responsabilidad la herencia medio-ambiental que dejemos a las generaciones futuras.

La reducción de la generación de residuos, solo se puede conseguir aplicando una serie de medidas, que evitaran que una pieza, máquina o material se convierta en residuo. Básicamente hablamos de reutilización o prolongación de la vida útil de un producto, que se traducirá en menor cantidad de residuos, menores efectos nocivos para la salud humana y menor cantidad de sustancias nocivas que procedan de los procesos de reciclaje.

Este procedimiento, supone cambios en nuestro comportamiento, tanto en los procesos de producción como en los de consumo. La búsqueda de nuevas materias primas, el uso de tecnologías limpias, la evolución de los diseños, es la base para producir y fabricar productos más ecológicos.
El cuidado, limpieza y reparación son las operaciones que los consumidores deben asumir para evitar que un producto se convierta en un residuo.

Finalmente, los residuos que no podemos evitar generar, implican en muchos casos,  la necesidad de clasificarlos, almacenarlos y gestionarlos. Estos procesos, dependiendo del tipo de residuo, significan:  inversiones importantes tanto para empresas como para instituciones, ya que implican infraestructuras no productivas y la necesidad de contratar la recogida selectiva a empresas autorizadas.
En otros casos, en los que el residuo no se puede almacenar, la aplicación de acciones, en muchas ocasiones sencillas, evitara que estos terminen en el alcantarillado o en vertederos incontrolados.

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